El front-end es la parte del sitio web que sí se ve: el diseño, los menús, botones, textos, imágenes y animaciones. Es la interfaz con la que interactúan los visitantes y determina en gran medida la experiencia de navegación.
Una interfaz bien diseñada facilita el acceso a la información, hace que la navegación sea intuitiva y transmite profesionalidad y coherencia con la identidad de la empresa.