La velocidad de carga indica el tiempo que tarda una página en mostrarse completa en el navegador. Una web rápida mejora la experiencia del usuario, aumenta la retención de visitantes y contribuye al posicionamiento en buscadores.
Factores como el tamaño de las imágenes, la calidad del hosting, la optimización del código y el uso de caché influyen directamente en la velocidad de carga, y su cuidado es esencial para un sitio eficiente y accesible.