El back-end es la parte de un sitio web que no se ve directamente, pero que hace que todo funcione correctamente. Incluye los servidores, bases de datos y la lógica que permite que se procesen formularios, se gestionen usuarios o se muestren contenidos de manera dinámica.
Un back-end sólido garantiza que la web opere de forma estable y segura, y que pueda ofrecer funcionalidades avanzadas que soporten la actividad diaria del sitio, manteniendo la integridad y disponibilidad de la información.