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Cuánto cuesta hacer un sitio web profesional

Oct 7, 2025 | Desarrollo web

Cuánto cuesta hacer un sitio web profesional

Oct 7, 2025 | Desarrollo web

Tener presencia online ya no es una opción: es una necesidad. Pero cuando alguien decide dar el paso y crear una web profesional, la primera pregunta suele ser la misma: ¿cuánto cuesta, hoy en día, hacer un sitio web?

La respuesta, como casi siempre en el mundo digital, depende. Depende del tipo de página, de quién la desarrolle, del grado de personalización, del mantenimiento, del diseño… En este artículo exploramos las principales variables que determinan el precio de un sitio web con acabado profesional en España, con ejemplos y rangos orientativos para entender mejor el mercado actual.

El punto de partida: qué entendemos por “sitio web profesional”

Antes de hablar de precios, conviene aclarar qué se considera “profesional”. No se trata solo de tener un dominio propio y un diseño atractivo, sino de una web optimizada para ofrecer una experiencia de usuario fluida, adaptada a móviles, rápida, segura y que transmita confianza. Una web profesional debe estar bien estructurada, pensada para comunicar el mensaje de una marca y, sobre todo, orientada a cumplir objetivos: generar contactos, vender, informar o posicionar la empresa en buscadores.

En este sentido, una web profesional no es simplemente una tarjeta de presentación online, sino una herramienta estratégica de negocio. Y ese salto cualitativo es precisamente el que marca la diferencia en el coste.

¿Cuánto cuesta un sitio web básico?

Un sitio web básico —por ejemplo, una página corporativa de unas 5 secciones (Inicio, Servicios, Nosotros, Blog, Contacto)— puede costar entre 600 y 1.500 euros si se encarga a un diseñador o desarrollador freelance. Este rango suele incluir el diseño adaptativo, instalación de WordPress u otro CMS, integración con redes sociales y un formulario de contacto.

El precio depende, sobre todo, del nivel de personalización del diseño. No es lo mismo partir de una plantilla preexistente que diseñar desde cero una identidad visual acorde a la marca. En el primer caso, los costes se reducen notablemente; en el segundo, se paga la creatividad y el tiempo invertido en maquetar y probar cada detalle.

Cuando el encargo se realiza a una agencia, el precio para un sitio web básico puede elevarse a entre 1.500 y 3.000 euros. La razón es simple: no se paga solo el trabajo técnico, sino un proceso completo que puede incluir consultoría previa, estudio de la competencia, copywriting, optimización SEO inicial, configuración de analítica web y soporte posterior.

En una agencia intervienen varios perfiles —diseñador, desarrollador, redactor, consultor SEO—, lo que incrementa el coste pero también la calidad y coherencia del resultado.

Webs medianas: más contenido, más estrategia

Cuando se trata de una web de unas 10 a 15 páginas, los precios suben, y con razón. A medida que el proyecto crece, la complejidad también lo hace: hay que organizar más contenidos, crear plantillas personalizadas, trabajar en la arquitectura de información y diseñar cada página con objetivos concretos.

Un freelancer podría cobrar entre 1.500 y 3.000 euros por un proyecto de este tamaño, dependiendo de su experiencia y del nivel de detalle que se requiera. Si el encargo recae en una agencia, los precios suelen oscilar entre 3.000 y 6.000 euros.

En este rango de precios suele incluirse un trabajo más profundo de branding y posicionamiento. También es habitual añadir funcionalidades adicionales, como formularios avanzados, integración con herramientas de email marketing o pequeñas automatizaciones.

En muchos casos, las webs de este tipo son las que necesitan pequeñas empresas que quieren reforzar su imagen corporativa y generar leads de forma constante, sin llegar al nivel de complejidad de un ecommerce.

Tiendas online y sitios personalizados: donde la inversión se multiplica

El salto grande llega cuando entran en juego los sitios web con funcionalidades específicas, como tiendas online, plataformas de reservas, áreas privadas o integraciones con sistemas externos. Aquí la horquilla de precios se amplía enormemente, desde unos 2.000 euros por un ecommerce básico hasta 10.000 o más si se trata de una tienda a medida con múltiples variantes de producto, sistemas de pago complejos o desarrollo personalizado.

Una tienda online profesional requiere, además del diseño, una gestión cuidadosa del catálogo, optimización para SEO, pasarelas de pago seguras, cumplimiento de normativa (como RGPD o Ley de Cookies) y un mantenimiento técnico constante.

Una agencia digital puede ofrecer soluciones completas de ecommerce a partir de los 5.000 euros, mientras que un freelancer especializado podría moverse entre los 2.500 y 4.000 euros, dependiendo del tamaño del proyecto.

El diferencial, una vez más, radica en la amplitud del servicio: una agencia ofrece acompañamiento estratégico, campañas de lanzamiento y soporte continuo, mientras que un profesional independiente suele centrarse más en la parte técnica y visual.

El valor del diseño y la personalización

Una de las claves para entender por qué el precio de una web varía tanto está en el grado de personalización. Utilizar una plantilla existente puede ser suficiente para ciertos proyectos, pero si se busca una web que realmente refleje la identidad de una marca, será necesario un trabajo de diseño a medida.

Además, la personalización afecta no solo al aspecto visual, sino también a la experiencia del usuario. Una web bien pensada facilita la navegación, reduce el tiempo de carga y guía al visitante hacia la conversión. Todo esto exige horas de trabajo, pruebas, revisiones y un enfoque estratégico que va más allá del diseño estético.

Como resumen: cuanto más específica y diferenciada se desea la web, mayor será la inversión.

Otros factores que influyen en el precio

Además del número de páginas y del tipo de proveedor, hay una serie de elementos que impactan directamente en el coste final:

  • Dominio y alojamiento: suelen suponer entre 50 y 150 euros al año, dependiendo del plan y del proveedor.
  • Contenido y redacción: muchos clientes olvidan incluir en su presupuesto los textos. Un copywriter profesional puede cobrar entre 30 y 100 euros por página, dependiendo de la extensión y la complejidad.
  • SEO y optimización: un trabajo de posicionamiento inicial básico puede añadir entre 300 y 1.000 euros al presupuesto.
  • Mantenimiento y actualizaciones: tener una web viva y segura implica revisiones periódicas. Los planes de mantenimiento suelen costar entre 30 y 150 euros al mes.
  • Fotografía y recursos visuales: si se opta por sesiones de fotos personalizadas, la inversión puede sumar entre 200 y 600 euros adicionales.

Estos conceptos no siempre aparecen detallados en los presupuestos iniciales, pero conviene tenerlos en cuenta para evitar sorpresas.

Freelancers vs. agencias: ¿qué conviene más?

Elegir entre una agencia o un profesional independiente depende del tipo de proyecto, del presupuesto y del nivel de acompañamiento que se desee.
Un freelancer es ideal para proyectos pequeños o medianos, con un presupuesto ajustado y una comunicación directa. Suelen ser más flexibles, rápidos y económicos.

Una agencia, en cambio, aporta la ventaja del trabajo en equipo y la posibilidad de cubrir todas las áreas del proceso: desde la estrategia inicial hasta el marketing post-lanzamiento. Si el objetivo es construir una marca sólida y duradera en internet, el valor añadido puede compensar la diferencia de precio.

Conclusión: una inversión, no un gasto

Más que un gasto, una web profesional debe entenderse como una inversión en visibilidad, reputación y crecimiento. En España, los precios pueden variar mucho, pero hay un patrón claro: una web de calidad cuesta lo que cuesta el tiempo y la experiencia de quienes la crean.

Con presupuestos que van desde 600 euros para una web básica hasta más de 10.000 para proyectos personalizados, lo importante es definir desde el principio los objetivos y elegir el proveedor que mejor se adapte a ellos. Porque, al final, una buena web no solo representa a una empresa: trabaja por ella, las 24 horas del día.

 

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